📸 Nuestra gente procesionista
Aimar, José Antonio, Merce, Laura y Antonio, de la Agrupación de la Virgen de la Caridad, en el interior de la iglesia del Rosario tras terminar la procesión del Jueves Santo en la ciudad de La Unión.
Aimar, José Antonio, Merce, Laura y Antonio, de la Agrupación de la Virgen de la Caridad, en el interior de la iglesia del Rosario tras terminar la procesión del Jueves Santo en la ciudad de La Unión.
Escenas del tramo final de la 'Procesión del Cristo de los Mineros', que culminó un año más con el cautivador encuentro de los tronos a hombros del Crucificado y de la Dolorosa. En la foto, el grupo de portapasos mixto que ha recuperado la marcha a hombros de la Caridad.
La procesión del Jueves Santo sufrió una parada inesperada por un cable que cruzaba la calle Mayor, casi a la altura de la plaza de Joaquín Costa, y que chocaba contra la parte superior de la cruz de la Virgen de la Caridad. Tras varios intentos, se consiguió elevarlo para que pasase el trono, produciéndose una espontánea ovación.
Las medidas adoptadas momentos antes de la salida propiciaron que la procesión del Cristo de los Mineros pudo celebrarse sin apenas sufrir las ráfagas de aire, logrando escenificar la muerte de Jesús a través de las imágenes del Nazareno, la Verónica, San Juan, la Dolorosa, la Virgen de la Caridad y el crucificado, titular del desfile.
La procesión de anoche en La Unión sufrió un retraso de media hora para facilitar que fuese amainando el viento y no entorpeciese el desarrollo del cortejo pasionario. La fotografía muestra cómo estaba el interior de la iglesia del Rosario diez minutos antes de las nueve de la noche, que fue cuando finalmente se puso en marcha.
Cuando del desfile pasionario se adentró anoche en la calle Mayor, se produjo un lamentable incidente con una pelea a puñetazos de dos costaleros del trono que llevaba a María en sus Misterios Dolorosos, siendo visibles por bastantes testigos que se causaron heridas. La agrupación ha acordado abrir un expediente para aclarar lo sucedido, ya que ese comportamiento no se corresponde con una asociación católica.
Esta noche (20.30 horas) comienza la ‘Procesión del santo entierro’ de La Unión, que tiene como imagen central al Yacente que el artista unionense Paco Conesa creó (y donó) en 1994. La imagen presenta la iconografía que se estableció en España en el siglo XVII en la escuela castellana a partir del escultor Gregorio Fernández, diferente al modelo que se estilaba hasta entonces, en el que Jesús estaba sin la cabeza elevada y, habitualmente, rodeado de personas llorando o lamentando su pérdida.
En total penumbra y con un silencio absoluto, al redoble del tambor salía de la iglesia de Santiago Apostol la procesión con Cristo crucificado y su madre envuelta en el dolor. Conforme avanzaba se iban apagando las luces de locales y viviendas, avanzando el cortejo en la oscuridad hasta un final del recorrido en el que ambas imágenes fueron encaradas.
Juan Antonio Pérez Campillo ofreció un muy atractivo pregón en el que ensalzó la pasión portmanera, a la vez que convocó a los vecinos a 'meter el hombro' en la cofradía "para que el gran trabajo de tantos años no caiga en saco roto", pidiendo también a la hermandad que busque motivaciones para atraer a los jóvenes. "La Semana Santa tiene ser mística, pero también ilusionante, pues acaba con el final feliz de la Resurrección". En la foto se le observa con Conchi Verdú. El acto se enriqueció con las saetas de Paco Severo.
El joven desfile pasionario del Miércoles Santo de la vecina localidad minera contó con la participación de la banda de cornetas y tambores de Nuestra Señora de los Dolores de El Garbanzal y con las saetas de 'El Mone'.
La magna procesión del Cristo del Prendimiento contó con una notable representación de unionenses en diferentes papeles en una noche en la que el fuerte viento complicó mucho su desarrollo. En la foto, el presidente de la agrupación del Cristo de los Mineros de La Unión, Alfonso Castejón, con el paso californio de la Santa Cena y Cristo de los Mineros.