Del germen al hoy de una institución grabada con letras de cariño en la pared minera

Escrito por Carlos Illán Ruiz - 21DEhoy agenCYA. 21 de ENERO de 2025, martes.

Han pasado algo mas de cuarenta y cinco mil trescientos días desde que fue inaugurado el colegio del asilo de huérfanas, que ahora, como Fundación Vedruna Educación (con latentes proyectos de crecimiento), se encuentra inmerso en las celebraciones hacia su 125 aniversario. ¿Cómo fue su origen y evolución? El archivero municipal Gonzalo Vicente Pagán ofreció esa respuesta ayer en una amena conferencia que enriqueció un vídeo conmemorativo y el estreno de un poema con posterior versión flamenca.  



En noviembre del año 1900, ya en el siglo XX, William Mckinley ganaba las elecciones a presidente en Estados Unidos y fallecía el escritor Oscar Wilde, pero por estas tierras la noticia no estaba en el mundo político ni en el literario, entre otros, sino en algo que resultaba de una enorme importancia para los residentes de La Unión, la puesta en marcha del asilo de huérfanas de mineros, que resolvía un gran problema que tenía entonces un municipio con treinta mil habitantes en el que el nueve de cada diez de sus moradores se dedicaban, de forma directa o indirecta, a la minería. Se trataba de acabar con el desamparo que sufrían las hijas de mineros fallecidos o enfermos de gravedad, pues entonces, a diferencia de los varones, las mujeres de cualquier edad tenían prohibido trabajar bajo tierra.

Surgió el asilo de huérfanos mineros, germen del colegio y de la posterior fundación, que este año cumple su 125 aniversario, motivo por el que Gonzalo Vicente Pagán ofreció ayer tarde una sintetizada charla, apoyada en imágenes proyectadas, de la que fueron testigos 160 personas sentadas y una veintena más de pie en el salón de actos de la Casa del Piñón.

El archivero municipal expuso los tres factores que se dieron para que surgiese el asilo, comenzando por José Maestre Pérez, médico y yerno de Miguel Zapata 'El tío Lobo', quien siendo alcalde en 1897, animado por su esposa, Visitación, propuso una idea que comenzó a tomar forma ese mismo año en una reunión que tuvo lugar en el entonces Teatro Principal de la calle Mayor con personas de peso en la sociedad unionense, que desembocó en una serie de aportaciones económicas cuyas procedencias eran detalladas en panfletos que se repartían. El tercer elemento fue la llegada en 1899 de la congregación fundada por Santa Joaquina de Vedruna, siendo en 1900 cuando, con Jacinto Conesa como regidor del municipio, la junta de creación del asilo firmó el acuerdo con las Carmelitas, encargándose al arquitecto Pedro Cerdá una obra que, sobre terrenos aportados por el ayuntamiento, fue inaugurada el 10 de noviembre con 24 asiladas.


El proyecto ya era una realidad, pero la financiación no era suficiente, por lo que enseguida se sumó el colegio que acogía a niñas cuyas familias pagaban, ayudando ese dinero a mantener el asilo.

Gonzalo Vicente se ha referido a las 89 huérfanas que había entre 1904 y 1905, a la buena etapa de las dos primeras décadas del siglo y a la situación complicada de las siguientes en los años veinte y treinta, cuando la crisis minera bajó la población a diez mil personas, ayudando a paliar esa panorámica la cesión de terrenos anexos por parte de José Páez. El archivero y exalumno de Vedruna también se ha referido al anticatolicismo y la Guerra Civil sufridos después, con masivo destrozo del mobiliario, quema de la capilla y convirtiéndose el huerto en uno de los refugios antiaéreos más importantes durante el conflicto bélico.


Acabó la guerra fratricida española y comenzó la dura y sufrida postguerra, en la que fue importante que Obdulia, segunda esposa de José Maestre, donase a Carmelitas más terreno, siendo desde entonces el espacio como el actual. Fue también entre 1940 y 1941 cuando, dada la importante presencia de chicas de Cartagena, cuando desde La Unión se propuso crear un colegio en Cartagena, lo que se estrenó en la Casa Dorda para muy pronto pasar a la Casa Zapata, también de la familia unionense, que es donde continúa junto a la plaza de España.

El inicio de la segunda mitad del siglo XX registró la rehabilitación del edificio por parte del Sindicato Nacional del Plomo, en una etapa en el que La Unión era la localidad que más exportaba este mineral de España y la tercera de Europa.


En los años sesenta, siendo alcalde Esteban Bernal, la situación seguía mejorando y en los años setenta fue cuando se incluyó en el colegio el parvulario y el alumnado era mixto, dejando de ser exclusivo de chicas. También fue entonces cuando acabó la norma de que tras la comunión había que dejar el asilo, que había imperado desde el origen.

España, ya en etapa democrática, iba a mejor y se disponía de mejor Seguridad Social entre otros servicios, lo que mermó la necesidad de recurrir al asilo. Entre 1980 y 1981 fue cuando los últimos cinco huérfanos fueron trasladados a un inmueble de la calle Pablo Iglesias. El centro se convirtió en un colegio privado y religioso de EGB (Educación General Básica) para en 1986 pasar a ser concertado con el Estado y añadir la educación secundaria. En los noventa se estrenó la nueva fachada y en noviembre de 2000 se celebró el centenario, siendo ese año cuando le fue entregada la medalla de oro de la ciudad a las Carmelitas. De la etapa más reciente, destacar que Fundación Vedruna pasó plenamente a manos seglares en 2021.


Gonzalo Vicente Pagán también ha recordado que estuvieron en Carmelitas personas como María Cegarra Salcedo (aparece en una foto de 1903), Asensio Sáez (años treinta) y Francisco Celdrán Vidal (expresidente de la Asamblea Regional). También ha hecho alusión a la revista 'Lazos' que dirige la hermana Carmen Peralta, al Club Vedruna, al Belén viviente bianual, a la relación con la procesión de los Niños de la gavia y al gran evento que para la ciudad supone cada año las '12 horas Vedruna'.

"El Colegio de Carmelitas es para sentirnos muy orgullosos por su labor y por no haber sido una entidad cerrada a su sociedad", ha remarcado el archivero municipal, que ha concluido afirmando que "seguirá siendo el asilo aunque no tenga huérfanos, como La Unión es ciudad minera aunque no tenga minas en explotación", ha concluido tras unos amenos 37 minutos, dando paso a un vídeo homenaje montado por Pedro Javier Bernal 'Chiqui'.


El capítulo final ha sido un poema que ha creado para la ocasión Cristina Ródenas Ortiz, exalumna que ha recordado el muro que luce el centro con los nombres de sus alumnos, y que han versionado después en modo flamenco por guajiras el cantaor alcazareño José Antonio Chacón y el guitarrista unionense Pablo Barrionuevo, otro ejemplo de las personas que han pasado por Carmelitas.


Y vamos a concluir con el principio del acto, tanto por las palabras del alcalde, Joaquín Zapata, tanto reconociendo que "ha dado mucho a La Unión por su educación en valores, principios y fe" como pidiendo que no se pierda la definición de 'el colegio del asilo', como por las pronunciadas por el director de Fundación Vedruna Educación, colegio Nuestra Señora del Carmen, José Casildo Alcaraz Mateo, tanto sobre lo que ha supuesto esta institución ("un faro educativo en La Unión") como por el futuro que viene, donde su deseo es conseguir, antes del 150 aniversario, que Fundación Vedruna puede ampliar las etapas educativas a todas las posibles no universitarias, incluido bachillerato y formación profesional.  

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