Normativa de los chalecos de uso laboral

Escrito por PB. 22 de abril de 2022 - VIERNES.

Cuando hablamos de la normativa de los chalecos de uso laboral siempre nos referimos a los de alta visibilidad o reflectantes, pero también hay una serie de chalecos de trabajo prácticos que no están sujetos a estas leyes, pero que ayudan mucho a los operarios.

En la mayoría de los casos, estas prendas no se consideran como equipo de protección, ya que dejan expuestos los brazos, pero hacen que los empleados estén más cómodos y tengan una mayor libertad de movimientos.




¿Qué tipos de chalecos existen?

Dentro del mercado de ropa laboral podemos encontrar varias clases de chalecos, tanto sometidos a normativa como los que se pueden confeccionar de manera “libre”.


Chalecos acolchados

Este tipo de prenda se emplea mucho cuando hace frío, pues permite a quienes lo llevan protegerse de los elementos, a la vez que no limita el movimiento y deja transpirar mejor.

Se utilizan mucho en los trabajos que requieren de cierto esfuerzo físico y llevan un forro polar por el interior que puede ser de distinto gramaje al igual que el exterior, para que se adapte mejor a las condiciones climáticas.

Siempre poseen varios bolsillos exteriores y alguno interior con el fin de que se puedan llevar herramientas, bolígrafos, el teléfono, etc.


Chaleco tipo safari

Al llegar la primavera aún hace frío, sobre todo por las mañanas y al atardecer, por lo que sigue haciendo falta un chaleco, pero mucho más ligero que el acolchado.

Si el trabajador quiere seguir llevando una de estas prendas, para que le dé algo de calidez, y sobre todo por las posibilidades que aportan sus múltiples bolsillos, puede optar por un chaleco tipo safari.

Aquí se conserva la practicidad, pero su tela fina y la ausencia de acolchado hace que se pueda llevar durante la primavera, buena parte del otoño e incluso en verano.


Chaleco reversible de alta visibilidad

Siempre que pensamos en chalecos de alta visibilidad nos vienen a la mente los que llevamos en el coche, pero en el mundo del trabajo hay más modelos y en muchas ocasiones se opta por prendas polivalentes. El chaleco reversible es una de ellas.

Realizado según la normativa del INSST, tiene dos caras. Por un lado, es acolchado y de colores como el azul, discreto cuando el operario se traslada a su puesto de trabajo, va a comer, etc., y que al darse la vuelta se convierte en un chaleco de alta visibilidad que abriga en los días más fríos.


Chaleco de frigorista

Los frigoristas suelen llevar a cabo su trabajo en industrias alimentarias, por lo que el color blanco les va muy bien al notarse enseguida si la prenda está sucia y es mejor cambiarla.

Una de las que más emplean es el chaleco blanco, acolchado y relleno de poliéster, el cual les ayuda a soportar las bajas temperaturas que hay en los lugares en los que pasan su jornada laboral.

Un chaleco es una prenda muy simple, pero que ayuda mucho en los trabajos que se realizan al aire libre o en aquellos en los que ver a todo el mundo es fundamental, por ejemplo, en los almacenes en los que máquinas en movimiento y personas caminando comparten espacio.

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