Los apuros de Santi Rodríguez con un bufé y dos kiwis
El humorista malagueño hizo reír al numeroso público que desbordó el aforo de la plaza de Joaquín Costa con sus viajes y con el relato de cómo actúa un español ante una 'barra libre' de alimentos y bebidas, además de cómo afronta la 'presionante evacuación' posterior. La velada la completaron sus tres 'cuñaos'.
La noche del humor en las Fiestas del Rosario es una tradición, mejor dicho, la más sana tradición por el bienestar que genera la risa. Este años los encargados de arrancar esas sonrisas eran 'Los cuñaos', un cuarteto de andaluces y manchegos formado por Jesús Arenas, José Campoy, José Boto y Santi Rodríguez, por el orden en que fueron apareciendo en el escenario para llevar a cabo sus monólogos, aunque entre actuación y actuación aparecían los cuatro.
Enfrente, todas las sillas ocupadas y numerosas personas en pie, siendo Santi Rodríguez, quien alcanzó la popularidad por el personaje de 'El Frutero' en la televisiva serie 'Siete vidas', el que más expectación levantaba, respondiendo el malagueño a lo esperado y siendo una grata sorpresa también Boto y sus peripecias con la Guardia Civil.
Situación. Alto de la Benemérita a un conductor.
Agente: "¿Ha bebido?"
Conductor: "Sí"
Agente: "Pues le vamos a hacer el control de alcoholemia"
Conductor: "Pero si ya le he dicho que sí he bebido"
El agente lo lleva a cabo y mira el resultado.
Agente: "¿Por qué expira en lugar de soplar?
Conductor: "Para recoger lo que ha soltado de alcohol el anterior"
Cuando, por fin sopla...
Agente: "Ha dado un 80% de alcohol en la sangre"
Conductor: "Pues han tenido que ser los cubitos los del 20% restante"
Santi Rodríguez comenzó relatando sus viajes por el mundo, como Argentina, "donde no hay 'beganos' ni 'inviegnos", o a Nueva York, con esos rascacielos. "Menuda se liará con las reuniones de la comunidad de vecinos". También habló de las comidas. "Ante un bufé libre se sabe quien de nueve mil personas es español... El que tiene la mesa llena y lleva las bandejas a tope". Fue detallando como, al pagar un fijo, se come todo lo que no se come en casa, guste o no guste, incluso un par de kiwis, que luego son los que llevan al estómago a querer evacuar en el lugar menos apropiado, con lo que se convierte en una apurada odisea llegar al aseo del hotel.
Setenta y cinco minutos estuvieron en el escenario con buen ritmo, culminando con la autofoto ('selfie') con el público. ¡Viva el humor!
Jesús Arenas y su clarinete abrieron la velada
Santi Rodríguez también demostró su poder mental adivinador
Boto, Santi Rodríguez y Campoy