🖍 Contracrónica con mondongo

Escrito por Carlos Illán Ruiz - 21DEhoy agenCYA. 2 de agosto de 2024, VIERNES.

Primera noche oficial del 63 Cante de las Minas. Mientras una 'estrella' pregonaba dentro de la Catedral, fuera, en el café cantante, se acababa la olla de 'callos', el plato triunfador de una noche en la que hubo que traer extra de sillas ante la expectación generada por la presencia de Poveda y en la que pudimos ver hasta una decena de guardias civiles en La Unión.



Una contracrónica es la 'cara B' de la crónica o su periferia fuera del guión oficial, teniendo la licencia para hacerlo con 'exceso de sinceridad' o con espíritu 'bordesico', siempre sin querer molestar, aunque se le llame la atención a algo o a alguien.

Era la primera noche oficial de 'El Cante' en su edición 63, número que representa, en las terminaciones loteras, al arroz, pero no fue este plato 'la lámpara gastronómica' de la noche, sino el mondongo, que, aunque de la misma familia, no es lo mismo que los callos, pese a que es con este nombre como se les identifica por éste nuestro país. En la 'Avenida del Flamenco' se encuentran en el café cantante que ha enriquecido con sus musas la pintora unionense Antonia Esther Martínez y donde integrantes de las familias Palomeque y Ortas ofrecen manjares que brotan de la caliente plancha junto a propuestas tradicionales como marineras, michirones y mondongo, siendo éste último el más demandado. Pude saborearlos y, poco después, ver cómo se acababa la olla. ¿Por qué será...?


Fue lo más sabroso, fuera de 'La Catedral', de esa noche inaugural, donde hubo apuntes variados, desde una escasa presencia de casetas (4) en la plaza hasta una alfombra azul (en lugar de la roja) en la escalera de entrada que refleja que estamos en legislatura municipal 'pepera' (PP), pues a los políticos también les gusta jugar con los colores ante la mirada pública.

Lo que llamó mucho la atención fue ver diez guardias civiles. Sí, diez y en La Unión, donde llevamos años pidiendo más efectivos y más horario de atención al ciudadano del cuartel. El motivo era la presencia de determinadas autoridades. "¿Tan peligrosas son que hay que traer más agentes?", apuntaba uno en tono jocoso. "Visto lo visto, habrá que traer a esas personalidades para las fiestas de octubre para contar con más efectivos de seguridad esos días", comentaba otro.


Vamos ahora a un pregón que levantó tanta expectación que el aspecto interior de 'La Catedral' era más propio de una gala que de una oratoria. Hasta hubo que poner extra de sillas de las blancas, que es el pelotón de refuerzo para las grandes ocasiones. Lo cierto es que tener a Poveda como pregonero fue 'un puntazo' y fueron cientos los que querían estar ahí por si 'se arrancaba', ya que algunos, como nos dijeron, se habían quedado sin entradas para verlo esta noche al estar agotadas desde hace mucho tiempo. Volvamos a la oratoria. ¿Gustó?. Aprovechando que bastantes salieron tras acabar Poveda, preguntamos qué les pareció. Dos nos dijeron que estuvo "bien" y que no fue muy largo. Cuatro diferentes parecían haber preparado la respuesta, pues coincidían: "Canta mejor que habla". Otra espectadora apuntó que notó que se había esforzado y había puesto ilusión, "pero lo vi más suelto cuando cantó la minera".


Por cierto, la fama de impuntuales de los españoles en 'El Cante' se paga. Cuando hay un actuación en el escenario no se puede entrar hasta que acabe y fueron varias decenas los que se quedan sin escuchar al 'gran Miguel'. Quien conoce el festival sabe que es una norma de respeto a los artistas.


También resaltar que, al margen de pregoneros y flamencos, en esta edición se ha estrenado como presentadora del festival la periodista y cantante Lydia Martín, quien no rehuye reto alguno y que en sus primeras apariciones está logrando buena nota.   
En nuestra ronda, coincidimos con dos parejas de unionenses que nos hicieron una pregunta que no supimos responder. Era sobre la gran pieza de acero que se colocó ante la fachada modernista. ¿Qué es?, nos plantearon. Les dijimos que se trata de una obra cedida durante el festival por el escultor uruguayo Juan de Andrés, uno de los que, otro año, hizo el cartel oficial del certamen. Sus respuestas: "Sí, vale, ya sabemos de quién es, ¿pero qué es?". Levanté las cejas (reconozco mi ignoracia en algunos terrenos artísticos) y se hizo el silencio, con lo que en ese momento escuché mejor los sonidos que brotaban desde 'La Catedral' por los que se metieron en 2023 en el 'olimpo flamenco', un lugar cuya ruta para llegar exige pisar suelo unionense.    
 

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