Ilustres unionenses: Enrique Moreno Plaza

(La Unión, 1906-1937, aguas del Cabo Matxitxako)
Mercante y afiliado, era capitán de la Marina en la Agrupación Náutica de Barcelona. Estudió en Cartagena. Navegó como piloto en bacaladeros de la empresa PYSBE, haciendo campañas por Terranova y el Ártico. Obtuvo el título de capitán en 1933. Al iniciarse la guerra era primer oficial del bacaladero Hispania. En octubre se le nombró capitán del bou artillado Vendaval, que en diciembre se bautizó 'Nabarra'. Con él realizó numerosos servicios de escolta y protección de la pesca. Participó también en los apresamientos del 'Pluto' y del 'Palos' (20 y 23-12-36) y combatió con el 'Velasco' (8-1-37), evitando un minado de Bilbao. Protegiendo al mercante 'Galdames', el 'Nabarra' se enfrentó al crucero 'Canarias' durante varias horas hasta que fue hundido (5-3-37). Enrique Moreno prefirió hundirse con su buque antes que entregarse.



Todo ocurrió durante unas seis horas, al norte de Cabo Matxitxako. La acción acabó centrándose en dos adversarios de desigual fuerza: El 'Canarias' y el 'Nabarra', bou del Eusko Itsas Gudarostea (Marina Militar Vasca). Al culminar la tragedia, el 'Nabarra' se hundió con la ikurriña en alto, llevándose consigo a 31 personas muertas y a dos con vida que no quisieron rendirse ni abandonar su barco: Enrique Moreno y Ambrosio Sarasola. Por encima de los años, estos dos oficiales enlazan en su muerte con la de otros vascos que jamás se rindieron ni cedieron su responsabilidad, para no sufrir humillación y muerte a manos del enemigo. Como resultado del combate se perdieron definitivamente, además del 'Galdames', los bous 'Nabarra' y 'Donostia' y, provisionalmente, el 'Gipuzkoa', que permanecería en reparación cerca de dos meses.



Cayeron 34 marinos vascos y 5 pasajeros del 'Galdames', junto con otro marino más del 'Canarias'. Ésta fue la primera y única vez que los bous vascos no completaron con éxito un servicio de escolta.

Los 20 supervivientes del 'Nabarra' que fueron hechos prisioneros por el 'Canarias' fueron juzgados unos meses después y condenados a muerte. En la sentencia condenatoria se afirmaba, como agravante, la identificación ideológica, casi mística con los ideales de Euzkadi y del Gobierno vasco. Pero la intervención directa ante Franco, en un gesto que les honra, del comandante del 'Canarias', el capitán de navío Salvador Moreno, y de su director de tiro, el capitán de corbeta Manuel Calderón, hizo que se les indultara y se les pusiese en libertad en reconocimiento de su valentía.

Buques 'Canarias' y 'Nabarra'

A partir de entonces, Manuel Calderón se convirtió en una especie de protector de los marinos vascos, que evitó que se les molestara o discriminara por su condición de 'rojo-separatistas' en los difíciles años de la posguerra. Vaya para ellos nuestro respeto y nuestra gratitud para siempre.

Marina de Guerra Auxiliar de Euzkadi

Fue creada en octubre de 1936 por la Consejería de Defensa del Gobierno Vasco para ayudar a la Armada Republicana a proteger el tráfico marítimo y la actividad pesquera en aguas propias y para mantener libres de minas submarinas los accesos a los puertos vascos.

Para organizar esta fuerza el jefe de la Marina Auxiliar, Joaquín de Eguía, convirtió en "buques de guerra" a más de medio centenar de pesqueros que estaban refugiados en Bilbao, sin ninguna ocupación. En su mayoría pertenecían a la Flota de Pesca de Pasajes y habían llegado tras la evacuación de aquel puerto.



 En unos casos se les dotó de artillería para realizar servicios de vigilancia y escolta (bous armados) y en otros de aparejos para el rastreo de minas submarinas (dragaminas). Todos los buques fueron pintados de color gris aplomado y llevaban en sus amuras la inicial de su nombre o el numeral correspondiente; izaban la ikurriña a proa y la bandera tricolor republicana a popa. Tenían su base en Portugalete.

El núcleo central de la Marina Auxiliar lo constituyeron los bous armados. Los primeros seleccionados fueron cuatro bacaladeros de la empresa PYSBE de Pasajes: Mistral, Vendaval, Euzkal-Erria e Hispania, que fueron rebautizados por el Gobierno Vasco con los nombres de Gipuzkoa, Nabaŕa, Bizkaya y Araba respectivamente. A estos bous se incorporaron más adelante otros de menor porte: Donostia, Goizeko-Izaŕa, Ipaŕeko-Izaŕa, Gazteiz, Iruña...


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