'Un incendio llama menos sin caminos'
"Nos duele e indigna ver el daño y el sufrimiento que el fuego está generando en nuestro país cada año y que en cualquier momento puede suceder cerca de nosotros, como pasó hace 14 años en Atamaría. Evitar que se produzca (o lo produzcan) no parece tarea fácil, pero quizás sí se puede actuar más en la prevención. Aquí lanzo una idea a sabiendas de que me puedo 'quemar'.
Pienso que se deberían multiplicar los cortafuegos en las áreas más arboladas como medida para evitar que se extiendan los incendios y creo que en esa labor, además del personal especializado, también podrían participar aquellas personas que han sido condenadas por los jueces a efectuar 'trabajos en beneficio de la comunidad'. Es más, hasta me atrevo a decir que el abanico de mano de obra también podría extenderse a aquellos que están presos en centros penitenciarios y el Estado mantiene su cotización en la seguridad social. En este caso, la pena que cumplen por delitos cometidos contra el buen orden social sería más productiva para la sociedad. Y ya puestos, ¿por qué no echar un día de trabajo a la semana aquellos que cobran el 'ingreso mínimo vital'?
Eso sí, aludo a todos los aquellos de estos sectores que estén físicamente aptos para este menester y también que las jornadas de trabajo sea racionales, nunca llegando a la explotación. La idea, en realidad, se centra en prevenir más que lamentar, pues los cortafuegos pueden ser muy útiles al ser muy complicado controlar a los 'indeseables' pirómanos o a los que, sin mala fe pero de forma muy imprudente, juegan con fuego lanzando una colilla desde el coche o encendiendo una barbacoa.
Creo que vendría muy bien una actuación nacional en este sentido y lo de proponer a los sectores antes mentados no es otra cosa que evitar que algún político se escude en que 'falta gente'. 'Haberlas, haylas'.
En 2003 ya se aprobó la ley de prohibir el cambio de uso forestal de un terreno incendiado durante, al menos, 30 años para evitar que con estos incendios se propiciasen urbanizaciones. Luego, en 2015, varió la misma para que las autonomías pudiese incluir excepciones si el cambio de uso estuviera previsto antes del fuego. Está bien evitar 'tentativas urbanísticas', pero también endurecer las penas contra los autores como reducir el impacto recortando el terreno por el que se pueden expandir las llamas. Además, no sólo hay que crear un cortafuegos, sino mantenerlo y veo algunos no muy lejos (puerto de la Cadena) que parecen necesitar un 'repelado'.
Lo dicho, que lo mismo me 'quemo' con esta idea y resulta que tal y como estamos es la situación 'ferpecta' y moderna".
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