El Liceo de Obreros tiene en su subsuelo dos cápsulas del tiempo

La primera data de cuando se levantó el edificio en 1901 y la segunda es de 2019 con el proyecto del futuro Museo Minero en ese espacio. La existencia de la más antigua de zinc está recogida  en los periódicos de la época. Quedó en el olvido hasta que en 1982 la 'rescató' el entonces cronista oficial de La Unión, Juan Sánchez Perelló.


Una caja del tiempo es un recipiente hermético construido con el fin de guardar mensajes y objetos del presente para ser encontrados por generaciones futuras. Es habitual que sean enterradas bajo la tierra de importantes o emblemáticas construcciones, pero lo que no es normal es que se dupliquen. En La Unión sí ocurre, pues hay sendas cápsulas en el terreno del Liceo, una enterrada en 1901 y otra en 2019.

La segunda de ellas es conocida, pues se colocó en marzo de 2019 por parte del alcalde, Pedro López, y de  la consejera de Cultura, Miriam Guardiola, coincidiendo con el acto de colocación de la primera piedra de la obra del que está llamado a ser el museo minero más importante de España.

Sin embargo, la existencia de la primera cápsula es la gran desconocida. Tuvo lugar en el primer día del entonces nuevo siglo XX, el uno de enero de 1901 y fe de ello dan varios periódicos de la época, como hemos podido averigurar 'buceando' en el pasado escrito de esta tierra.

El ejemplar de 'Las provincias de Levante' de fecha 26 de diciembre de 1900 informaba del 'Hermoso proyecto' que iba a tener La Unión con un Liceo de Obreros "que ha sido acogido aquí con entusiamo", detallando después la labor de la institución y exponiendo frase como “La Unión piensa, inicia y lleva a la práctica proyectos de gran importancia”, y en este caso un proyecto creado en exclusividad para la enseñanza de los obreros. Después indicaba que el Ayuntamiento cedía un terreno en la calle Palafox y publicaba la lista de los generosos donantes. Se anunciaba la colocación de la primera piedra para el inminente uno de enero, a las tres de la tarde, con un solemne acto.

'Diario de Murcia' ya ofrecía crónica de ese esperado acto con el título 'La primera piedra', señalando "una numerosísima concurrencia" de todas las clases sociales del pueblo, incluidas mujeres, niños, prensa local y banda de música, figurando entre las autoridades un representante del ministro de Instrucción Pública. "Después de la ceremonia de rúbrica de la bendición, y de precintado el inevitable canuto de plomo, con acta y documentos y monedas de la época, hizo uso de la palabra el Alcalde Sr. Conesa, hablo después D. Francisco Munuera, dijo algo D. Pio Wandosell y cerró el acto D. Tomás Maestre...". Cerró el alcalde con un "¡Viva La Unión!, que fue contestado por la multitud. No empieza mal el siglo XX para este pueblo", reseña.

'Hoja telegráfica de la mañana' también recogió la colocación de la primera piedra del Liceo de Obreros, aportando, entre otros datos, que la bendición la llevó a cabo Antonio Álvarez Caparrós, cura de la parroquia de Nuestra Señora, junto con la relación de nombres de direcitvos y profesores del Liceos, junto a algunos de concejales e invitados presentes.  

Indicar también que 'Las provincias de Levante' anunciaba que se estaba preparando la salida del periódico 'La Unión en el siglo XX', que tenía como objetivo comemorar la entrada en el nuevo siglo y la colocación de la primera piedra del Liceo de Obreros, pretendiendo ser diario de referencia con muchos artículos de actualidad.

Y pasaron los años y la caja del tiempo seguía firme bajo tierra, pero se borraba su existencia de la mente de los unionenses con el paso de las generaciones. Fue el 11 de noviembre de 1982 cuando Juan Sánchez Perelló, cronista oficial de La Unión, vuelve a hablar de su existencia en el periódico 'Línea' de la Región de Murcia, donde tenía la sección 'Estampa unionense'. Bajo el título 'Crónica futurista en la primera piedra del Liceo de Obreros' se refería al acto que tuvo lugar el primer día del año 1901 y transcribía algunos párragos de un artículo publicado entonces titulado 'Los arqueólogos', cuya crónica recogía: "En una caja de zinc, junto con algunas monedas, y entre algunos periódicos del día, enterraban éste en que ahora escribo, con la primera piedra del edificio que para Liceo de Obreros va a construirse en La Unión".

El cronista oficial añadía: "Pienso si andando los siglos los futuros arqueólogos de esta bendita tierra, tropezarán con la citada caja, y pienso también en los preciosos datos y curiosas noticias que del feliz hallazgo, la historia de los venideros tiempos sacaría. Por lo pronto, y como dato el más interesante averiguarían que el primer día del siglo XX aún existían monedas en España". También se refería que los futuros pobladores de la tierra halarán enseñanzas y opinarían sobre los desastres sufridos por España en los últimos años del siglo XIX. Y también hacía alusión a las corridas de toros, a las sesiones de las Cortes, etc. "Pero también es probable que abunden entonces, como ahora, los sabios de guardarropía, a pesar de los esfuerzos de todos los ministros de Instrucción Pública habidos y por haber. Y para eso, más vale que no se desentierre nunca la caja de zinc. Aunque es indiferente. Porque dentro de quinientos años, ¿quién sabrá español?".

El resumen de todo esto es que en 1901 se entierra la primera piedra y una cápsula del tiempo, y que el 4 de marzo de 2019 se ubica otra sin desenterrar la primera. Si la primera cápsula no se ha recordado, ¿qué pasará con la segunda? Es la duda, aunque en lo que sí estamos todos de acuerdo es que nuestro Liceo tiene historia.

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