El mercadillo tradicional y artesano de Roche cumple dos década entre una multitud

Fue en 2003 cuando se celebró la primera edición, que ahora ha llegado a su edición XVIII (no se celebró dos años por la pandemia) en una jornada espectacular de puestos y de visitantes. En esta ocasión, se ha rendido homenaje a los panaderos, oficio que ya no tiene rocheros que lo ejerzan. GALERÍA DE FOTOS (pinchar aquí)



El alcance del mercadillo rochero va mucho más allá del pueblo y del municipio. Realmente es un acontecimiento comarcal que atrae a personas de numerosas poblaciones, como hemos podido comprobar La Unión de Hoy durante la elaboración de este reportaje de una décimo octava edición que (tenemos la sensación) ha superado la afluencia de público y de artesanos de la celebrada en 2019, antes de que llegase el (maldito) coronavirus. También indicar que el mercadillo ha contado con la presencia del pedáneo (Ginés Luengo Pérez 'el de Amparo') y las visitas del alcalde, Pedro López, y de los partidos políticos PSOE, PP y Defiende La Unión, que hayamos visto.



La asociación de vecinos, que preside Ginés Luengo Pérez ('el de Antonia'), es la que financia integramente todos los actos y organiza cada edición, con la colaboración del Ayuntamiento.



Hoy la propuesta era realmente buen. Desde muestras de bolilleras, pachword, manualidades y, entre otros, los numerosos artistas del esparto, con un matrimonio llegado de Dolores de Pacheco y el amplio colectivo cartagenero de Carthago Spartaria. También estaban distribuidos bajos las carpas puestos de venta embutidos, verduras, plantas, cerámica, bisutería y pan. Al hilo de esto último, el 'Tío Raimundo', con su vestuario tradicional, nos explicaba que la saga de panaderos de Roche comenzó con Antonio y Rosario, quienes tuvieron hijos a Antonio, Lola, Juan Félix y Brígido, quien con Flora tuvo como hijos a Antonio, Javi y Brígido. "Este último, quien ejercía la profesión en Alumbres, se ha jubilado y ya no nos quedan panaderos nativos del pueblo", exponía.



Seguimos con las propuestas que ha ofrecido el uno de mayo rochero, como ha sido la exposición del Club Amigos del Seat 600 de Cartagena, los hinchables para chavales y a Tomás enseñando a jugar al caliche, juego tradicional en el que se lucha porque no desaparezca. Además, por la tarde han tenido lugar una rifa familiar y la actuación de la colombiana Andrea Abaunza.

Luego está el capítulo gastronómico con doble vertiente. Por un lado, el gigantesco arroz popular y gratuito, que bastantes asistentes han acompañado de otros manjares traídos de casa. A esto se suman las mesas periféricas de grupos de familiares y de amigos en el entorno del pabellón deportivo, todas cargadas de manjares de la tierra.



 

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