Preuvas, ¿inicio de una tradición o un fugaz experimento?

La Unión estrenó anoche fiesta previa a la nochevieja, atrayendo a varias decenas de personas que pusieron de su parte para crear un buen ambientillo en torno a las pre-campanadas y la música de la banda ‘Modus operandi’. La velada también incluyó obsequio de cotillón y vino viejo, además de lanzamiento de globos con regalos.



Relacionar la cifra de asistentes con el balance de las preuvas de La Unión quizás sea precipitado. Lo decimos porque los principios nunca son fáciles y la de anoche fue la primera edición de una iniciativa que busca, desde el Ayuntamiento, crear un aliciente en la ciudad para que los vecinos no tengan que viajar a otras poblaciones en una noche cada vez más popular, como es la del 30 de diciembre. ¿Cuánta gente acudió?. Fueron varias decenas. Posiblemente, unos dos centenares o algo más, entre los que estaban, los que se habían marchado y los que vinieron después. Para una quinta o sexta edición sería un fracaso, pero para un estreno, pienso, es un primer paso. Viví el estreno de las ‘preuvas de Cartagena’. El primero año no llegaban a diez los asistentes. Ahora, cuando ha celebrado la séptima edición, ya anuncian que se gestiona su declaración de ‘Interés turístico regional’. Aquí en La Unión hay que esperar un par de ediciones más para saber si cala o es un experimento fallido. Un servidor siempre está (y estará) a favor de las iniciativas culturales, festeras y de ocio que potencian la convivencia vecinal porque ‘hacen pueblo’. Aquí, en tierra minera, y sin saber su coste, pienso que merece tener crédito.



Esto último también lo digo motivado porque vi muchas ganas de pasarlo bien entre los asistentes, algo imprescindible para cualquier fiesta. La cuestión es que los que vinieron contagien a otros. Así consolidan lo que después se llaman tradiciones.

También hubo alicientes preparados desde el gobierno municipal, como el reparto de bolsas de cotillón, de vasos de vino viejo y de uvas para los adultos y golosinas (‘pelotazos’) para los pequeños, a lo que se sumó una suelta de globos que debían ser pinchados por los presentes, llevando algunos regalos, como eran cava benjamín para los mayores y juguetes para ‘los peques’.



A todo ello hay que sumar la animación que aporta siempre Gaspar Zamora a los eventos como presentador y la buena música de ‘Modus operandi’. Por cierto, chocante resultó escuchar al cantante interpretando la canción de ‘Hace calor…’ con bufanda por la frialdad (y humedad) de la noche. Sin embargo, reitero, no creo que fuese la temperatura la causa principal de que no vinieran más vecinos, sino, simplemente, la falta de hábito hacia unas ‘preuvas’. El tiempo determinará, reitero, lo que será o en que se quedará en tierra minera el 30D noche.  



Por cierto, las 12 campanadas se dieron a las diez de la noche para no hacer esperar a los niños. Fue una grabación de las tradicionales de la Puerta del Sol en Nochevieja. Si las ‘preuvas’ echan raíces, no estaría demás arreglar el reloj del Mercado Antiguo para esta noche. En los más de doce años que tiene este periódico no lo conocemos funcionando. “El objetivo es que en un futuro las campanadas las pueda dar ese reloj”, nos respondía el alcalde, Joaquín Zapata, cuando le planteamos la posibilidad. ¿Llegará su hora? Esperemos.


Imprimir Correo electrónico