Cuando comer es una fiesta

El restaurante de 'Mariscos a lo bestia', sito en La Cartuja, llevó a cabo una presentación de su propuesta de combinar gastronomía y espectáculo ante una amplia representación social de La Unión y de Cartagena, entre otras localidades de la comarca.


'Mariscos a lo bestia' saltó a la fama (o 'se hizo viral', como se dice ahora) hace unos meses, cuando comenzó a divulgarse la escena de un restaurante que servía marisco con una pala a sus clientes, llegando los productos en una carretilla de obra o de huerta. Quien tuvo aquella singular idea fue el lorquino Pedro Lucas Abellaneda y tal fue el éxito que se ha convertido en franquicia, abriéndose establecimientos en Murcia y en La Unión.

Nos centramos en el restaurante del unionense salón de celebraciones de La Cartuja, donde ayer tuvo lugar la presentación de una muestra de su propuesta a ciento cincuenta personas de diferentes gremios de la sociedad (civil, política, jurista, asociacionismo, procesionista, festero, cuerpos de seguridad, prensa...), principalmente de La Unión y de Cartagena, pero también había representantes de Fuente Álamo, Los Alcázares y Mazarrón. Los periódicos más cercanos a los vecinos de Cartagena y de La Unión (ambos editados por 21DEhoy agenCYA) estuvieron en la lista de invitados de un 23F, el histórico 'día del golpe' en España.

La experiencia resultó especial, pues es otra historia al tradicional restaurante. Aquí es una combinación de show y gastronomía, que tiene como resultado que los clientes comen casi tanto como se ríen. "Ofrecemos buen servicio, buena comida, calidad y diversión, pues queremos que la gente se lo pase bien. Lo habitual cuando sales a comer es estar hora y media, pero aquí llegas a las dos y te vas a las seis de la tarde", expone Francisco Javier Sánchez, quien está al frente de la franquicia sita en La Cartuja, donde reconoce que en ese éxito "influye el trabajo y el camino andado por Pedro Abellaneda en Lorca".



Tomás Martínez Pagán fue quien congregó 'a coste sero' a tan amplio plantel, el cual se quiere que divulgue este negocio por la comarca, tanto como venir en pareja como para hacerlo en familia, grupo de amigos o gran celebración. El sano 'agitador social' de ambos municipios también aprovechó para lanzar una frase con mucha profundidad al referirse que había reunido a gente de diversos puntos de las comarcas de Cartagena y del Mar Menor. "El día que todos decidan juntarse e ir adelante de la mano será un gran día". También se dirigió a los presentes Teo Campillo, de la 'bestial marca', quien agradeció la buena respuesta a la llamada. Después, el sacerdote Lázaro Gomariz llevó a cabo la bendición del 'bendito marisco' y demás alimentos.



Vamos a la puesta en escena, que, en este caso, comenzó antes de acceder al comedor, pues en el coso taurino hubo una actuación del jinete Pencho Solano, que después se enriqueció con un baile andaluz entre su caballo y su esposa con vestuario de faralai. Una gran ensalada es el epicentro de las mesas, en las que hay paelleras vacías que pronto son cubiertas por el marisco (bogavante, gamba, langostino, almeja y cangrejo) que son depositadas por la pala que las recoge por la popular carretilla, un símbolo de esta franquicia, y que tiene pequeñas réplicas de plástico para el pan sobre las mesas. Luego vendrá la quisquilla, la carne a la piedra y los postres, siempre con espectáculo, apareciendo el personal con ritmo llevando las bandejas mientras suenan muy populares canciones españolas. Otro detalle es servir el vino blanco en maleta de fumigar. El servicio, incluida la recogida de platos o renovación de paneras, funcionó muy bien, sin demoras.



Los personajes del 'bestiario' se suman a la fiesta. Son un gran bogavante, una gallina y un toro, que dan aún mayor colorido y potencian las sonrisas de los comensales, mientras que las canciones de Manolo Escobar, El Fary o Mago de Oz animan. Algunos, incluso, se pusieron a bailar con los pasodobles del primero. Comer es una fiesta en 'Mariscos a lo bestia', donde hay que ir con tiempo (más de cuatro horas se está en la mesa). El coste por comensal está en 60 euros.

Un dato para concluir. ¿Cómo surgió esta fórmula? Fue Pedro Abellaneda quien le dio forma a una frase que dijo su mujer cuando comentó que a un torero amigo le iban a poner "Arroz, pavo y marisco a punta pala". Pensó en ir a más con la broma y servir con la pala y la carretilla. Se colgó el video en redes sociales... y tuvo un impacto a lo bestia. 


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