La vacunación del obispo y los bulos de la segunda dosis

La consejería de Salud indica que abrirá una investigación para conocer porqué monseñor Lorca Planes recibió la primera dosis sin estar entre los destinatarios preferentes, afirmando que el organismo autonómico no tiene responsabilidad alguna. Por otro lado, desde el comité de seguimiento covid se afirma que la segunda dosis no genera encefalitis, siendo los efectos adversos mínimos y fugaces.



Dos temas han polarizado las preguntas de los informadores a Jaime Pérez, en la comparencia de portavoz del comité de seguimiento covid en el día de hoy. Uno es el asunto de que el obispo de la Diócesis de Cartagena recibió la primera dosis de la vacuna “sin pensar que estaba actuando mal”, según afirma, renunciando a la segunda en su fecha para evitar escándalos. Como informamos ayer en este diario, desde el Obispado se emitió el siguiente comunicado:
1. El obispo de Cartagena, monseñor José Manuel Lorca Planes, recibió la primera dosis de la vacuna frente al COVID-19.
2. La recibió en el centro en el que se vacuna cada año, perteneciente a la Diócesis de Cartagena.
3. A este centro, de asistencia a personas vulnerables, el obispo acude con asiduidad ya que es el presidente de su patronato, la última visita la realizó el pasado 30 de enero para celebrar la eucaristía junto a los residentes.
4. Días previos a su vacunación, el obispo rellenó el consentimiento necesario para que la consejería de Salud autorizase su vacunación.
5. Monseñor Lorca, que en ningún momento creyó estar actuando mal y que jamás contempló la posibilidad de que pudieran faltar vacunas, decidió no ponerse la segunda dosis, que tendría que haber recibido estos día.

Jaime Pérez ha dicho que desde la residencia en la que le aplicaron la vacuna se envió el listado a la consejería de Salud comunicando los que la habían recibido, en cuya elección afirma que no es responsable la Comunidad Autónoma. “¿No hay control?”, se le ha preguntado: “Debían haber vacunado sólo a trabajadores y residentes, y si sobran se destinan a los equipos de vacunación y a grandes dependientes, pero al resto de personas no se le debería poner”, ha dicho.

Se le ha insistido sobre qué ocurre cuando no se cumple el protocolo y las repercusiones. Jaime Pérez ha dicho que se abrirá una investigación para saber qué ha pasado y qué decisiones se adopten.

Otro asunto es que la segunda dosis de la vacuna está generando en algunas personas que la reciben encefalitis. “Lo que ha publicado algún medio de comunicación digital (no es el caso de este periódico) es falso y así se han pronunciado expertos. Los efectos adversos son mínimos y no hay alguno que se salga de lo contemplado en las pruebas realizadas sobre la post vacunación. No hay efecto adverso grave, no es real, y hay que contrastar informaciones antes de generar alarmas”, ha afirmado.

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