Santiago Guillén 'inmortaliza' a los caballeros de Santa Bárbara
El presidente honorario de la orden es el autor del libro que recoge los primeros veinticinco años de la orden. "Es también una parte de mi vida en el que la ilusión por verlo editado ha superado todo", expresa el autor.
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Fue en 1989 cuando tuvo lugar la primera reunión de la asociación cultural 'Orden de los caballeros de Santa Bárbara'. Unos años después llegó la constitución oficial (4 de diciembre de 1993), pero el colectivo ya estaba en marcha con el objetivo de preservar una identidad tan unionense como es la minería, eligiendo a su patrona, Santa Bárbara, como advocación.
Fue en el año 2013, cuando al regreso de una viaje cultural de la asociación desde Granada, Leandro Martínez 'El Vinagrero' sacó el tema de conversación de recoger en una publicación el primer cuarto de siglo de la orden, que se iba a cumplir al año siguiente. Santiago Guillen García asumió el reto y, tras un arduo trabajo, en 2017 estaba terminado, pero faltaba financiación para la edición, por lo que quedó en 'punto muerto' hasta que el propio autor ha financiado verlo hecho realidad, aunque con una edición limitada, cuyos ejemplares han tenido como destino a quienes han presidido la asociación y a su familia, además de entregar uno a la orden para su archivo histórico.
Ayer tuvo lugar la presentación de 'Crónica XXV aniversario Asociación Caballeros de Santa Bárbara, La Unión 1989-2014' en un acto limitado de asistentes que, al igual que en el libro, tuvo el prólogo de Carlos Bernabé. El actual presidente ejecutivo recordó cómo fue el detonante de esta obra y cómo lo asumió quien fue casi dos décadas el presidente ejecutivo de la asociación. "Ha sido una ardua recopilación gráfica y de documentos a cargo de Santiago, un minero de verdad por su constancia", dijo, además de indicar que la orden "está en deuda con él" y resaltar "lo mucho que la orden significa para Santiago".
La presentación del libro estuvo a cargo de Tomás Martínez Pagán, empresario y animador social, que entre los muchos cargos que ostenta en este caso estuvo como presidente de la orden de la 'Hermandad de caballeros de Lepanto' y amigo personal de quien ha gestado una publicación de 170 páginas distribuidas en 7 capítulos, de la que destacó su buena estructura y facilidad para leer, "con muchas vivencias plasmadas con calidad y buen grafismo". La portada es obra de Esteban Bernal.
EL PREMIO SANTIAGO GUILLÉN GARCÍA
De Santiago Guillén dijo que forma parte de "una saga de enamorados de La Unión y él está enamorado hasta las trancas", para después ofrecer algunos flecos de su intensa trayectoria, de quien, entre otros capítulo de su historia, recordó que intervino en erradicar las cuevas y el chabolismo en La Unión, además de intervenir en la construcción de centros docentes e instalaciones deportivas, destacando que ha trabajado "sin problemas" con ocho alcaldes de diferentes colores políticos. Santiago es hijo y nieto de mineros, fue Popular de La Unión en los años 1996 y 1997 y dirigió el Museo Minero. "Su gran herida es recuperar la Bahía de Portmán, que sigue sangrando, gobierne quien gobierne", resaltó Martínez Pagán, quien propuso la creación de un galardón con el nombre de Santiago Guillén que entregaría de forma anual la orden. "El primer año sería 2023 y yo lo patrocinaría", concluyendo con la frase de que la Orden de Caballeros de Santa Bárbara "es mucho más de lo que algunos piensan".
LA ILUSIÓN DEL AUTOR
Cerró Santiago Guillén García, quien comenzó dando lectura a la carta que el pasado 15 de julio remitió a los asociados a la orden, explicando las circunstancias del libro que él ha escrito y financiado, "porque la ilusión supera los motivos económicos", pero explicando la limitación de ejemplares. Después agradeció la participación en el acto de presentación de Carlos Bernabé y Tomás Martínez, extendiendo la gratitud a personas que han colaborado en la obra, como Esteban Bernal, Antonio Meroño 'Jayam', Antonio de la Concha (ha sido el encuadernador), su hija, su yerno José Antonio..., siendo la dedicatoria general de esta obra dirigida a "familia, amigos y mineros".
El autor expresó que, cuando surgió la idea, se ofreció a reunir todas las actuaciones de la orden porque "es una parte de mi vida". La velada posterior culminó con la entrega a determinadas personas de ejemplares de un libro que lleva historia, pero, especialmente, una gran carga de cariño. La muestra fue el cartel con el que le obsequiaron sus hijos con la leyenda 'Premio al mejor libro del mejor padre, porque nunca es tarde si el escritor es bueno'.
