Darío Martínez regresa a casa con 'Adorados y temidos'
El artista unionense vuelve con una exposición que celebra la fuerza de la anatomía y la evolución de los mitos. Será inaugurada este próximo viernes en el Museo Minero de La Unión y contará con la actuación del joven (14 años de edad) clarinetista local Adrián Milán.
El artista unionense Darío Martínez vuelve a la escena expositiva con Adorados y temidos, un ambicioso proyecto en el que revisita a figuras icónicas de la historia para mostrar cómo, a lo largo de los siglos, han ido mutando según la estética, los gustos y los imaginarios de cada época. La muestra, que abrirá sus puertas el 19 de diciembre a las 19:30 h en el Museo Minero de La Unión, podrá visitarse hasta el 11 de enero.
Con el cuerpo humano como eje central, Martínez despliega una serie de obras donde domina el lápiz de grafito, “ese material primitivo y esencial”, como él mismo lo define, pero capaz de una potencia expresiva incontestable. En sus manos, la línea se convierte en músculo, gesto y carácter; un territorio donde la anatomía se impone como lenguaje universal.
No obstante, Adorados y temidos no es solo un homenaje a los orígenes del dibujo. El artista incorpora también herramientas digitales que reescriben la tradición plástica desde el presente y, además, presenta piezas en óleo, la técnica más exigente del arte clásico. En ellas, los personajes adquieren una profundidad simbólica y una presencia casi ceremonial, reforzadas por una factura pictórica madura y contundente.
La inauguración contará con un momento especialmente significativo: la actuación musical del joven clarinetista unionense Adrián Milán, de 14 años, cuya trayectoria comenzó en la infancia. Para Martínez, incluirlo en este acto es una forma de apoyar al talento emergente y de unir disciplinas artísticas: “me emociona ver cómo la música y la pintura dialogan en un mismo espacio”.
Completan el proyecto voces de referencia del ámbito cultural: el prólogo de la exposición está firmado por Chelo Cánovas, histórica periodista radiofónica de Cartagena; el texto curatorial lo aporta Javier Lorente, artista y cronista en La Opinión de Murcia; y el texto de sala ha sido redactado por Francisco Franco, profesor de la UNED y cronista oficial de Cartagena.
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