Crece la demanda de repuestos contra la crisis económica y de suministros

El mundo de la industria opta cada vez más por adquirir repuestos en lugar de comprar todo el producto totalmente nuevo. Una decisión más económica que, en la actualidad, tiene como base tanto la crisis de desabastecimiento como la inflación y sus efectos sobre el transporte. Pero, además, una opción que permite tanto evitar sobrecostes como alargar la esperanza de vida útil de las herramientas industriales.




Un sector en auge

Para aquellos que no pueden costear productos nuevos, pero temen arriesgarse con los artículos de segunda mano, el mercado de los útiles de repuesto sigue siendo un buen puerto donde atracar. Especialmente, en los sectores industriales, donde el precio de las máquinas, ya de por sí costoso, se ha encarecido a causa de la crisis actual del desabastecimiento y, en cierto modo, la inflación. Sin embargo, antes debemos valorar si es necesario o no adquirir un producto nuevo. Ya que, en muchas ocasiones, el fallo que presenta una máquina o herramienta puede deberse al desgaste de una sola de sus piezas. Algo a tener en cuenta para aliviar más nuestros bolsillos.

Además, gracias a la digitalización masiva de los negocios, existen ya todo tipo de comercios online con infinidad de productos de repuesto fácilmente adquiribles con unos pocos clics y que, como en el caso de la Ferretería Industrial Todoparalaindustria, ofrecen también productos industriales nuevos en caso de que los necesitemos. Pero, ¿qué es exactamente lo que ha llevado a tantos clientes a un sector en continuo y firme crecimiento? Y, con ello, ¿cuáles son los criterios que deberíamos tener en cuenta antes de decidirnos por una y otra opción? Ambas preguntas tienen como parte de su respuesta un origen: el autocontrol financiero fruto de las crisis económicas.


¿Por qué optar por un repuesto en lugar de un nuevo producto?

Ante el dilema de adquirir un producto nuevo o repararlo, la segunda opción siempre resulta mucho más económica. Especialmente, si aquello que queremos reparar no es inservible y si un recambio puede solventar el problema. Sin embargo, hay que tener muchos otros factores en cuenta en la actualidad por los que existe una fuerte demanda de repuestos. Por una parte, la falta de suministros ha encarecido o incluso frustrado indefinidamente la producción de ciertos productos. Y, por otra parte, y aunque venía ya de lejos, la inflación también ha afectado al transporte desestabilizando la logística necesaria para que nuevos productos extranjeros lleguen al país.

Asimismo, cabe decir que esta demanda de repuestos no toma como terreno principal ningún sector en concreto. Y es que, según el Banco de España, 16.000 millones de euros se restarán de la economía española a causa del desabastecimiento, afectando industrias que, como la del automóvil, no podrán ofrecer productos hasta recuperar de nuevo el material que necesitan para su fabricación. En conjunto, una situación con la que el ciudadano no puede afrontar los costes de un producto nuevo o, simplemente, no puede conseguirlo porque se ha frustrado su producción. Por ello, los recambios aparecen como una alternativa perfecta para resistir la adversidad.

Tanto es así que, según la plataforma de estadísticas Statista, el comercio online de repuestos para vehículos movió 37 millones de euros en 2020. Una cifra que casi cuadriplica los movimientos de 2015, donde el volumen de negocio se situaba sobre los 8 millones. Sin embargo, el sector de la automoción es prácticamente el único bajo lupa de seguimiento, por lo que los recambios en general son más extendidos. Un punto que abarca tanto piezas de dispositivos electrónicos como electrodomésticos y todo tipo de artículos de ferretería. En ese sentido, dado que a veces es más rentable para una empresa adquirir un repuesto que no comprar una nueva y costosa máquina.


A menudo, un pequeño detalle marca la diferencia

Si no tenemos en cuenta ningún tipo de presupuesto, el individuo tiende a desechar un producto que no funciona en aras de adquirir ese mismo modelo, o uno superior, con el que sustituir al que falló. No obstante, siempre debemos tener en cuenta si vale la pena una gran inversión o si, por el contrario, una pequeña compra puede solventar el problema. Se trata de un paradigma donde es la curiosidad y la reflexión económica quienes toman el partido. Exponiendo un ejemplo disparatado de ello, ¿por qué tirar una amoladora si le falla el cabezal? En este caso, basta con adquirir un repuesto y, en caso de no saber reemplazarlo, dejar el proceso en manos de un experto.

Del mismo modo, también hay que tener en cuenta ejemplos de mayor envergadura. Como se ha mencionado, los recambios son más rentables tanto para pequeñas como grandes empresas, ya que, en ambos casos, sus balances financieros han de tender siempre al beneficio y no a la pérdida, aunque ésta constituya una inversión. Por no hablar de las dificultades de los autónomos que, ante un aumento considerable de su cuota, deberán apretarse mucho más el cinturón. De nuevo, es más rentable comprar un nuevo portabrocas si éste falla que no adquirir el último taladro del mercado. Un repuesto es una inversión inteligente y un mayor control sobre nuestro capital.

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