La huella de Rogelio

Rogelio Mouzo Pagán nos ha dejado, posiblemente, para escribir crónicas en otro lugar. Aquí deja un gran recuerdo y eso es lo que hay que salvaguardar.


No soy nativo de La Unión. Aquí sólo llevo una década echando raíces, por lo que mis referencias de Rogelio se centran en su última etapa, un tiempo que sí ha sido suficiente para valorarlo. No voy a entrar en su trayectoria, que bien recoge en el artículo anexo a éste que ofrece Antonio Gómez, pero sí en algunos detalles que tuve la suerte de percibir de él, además de transmitirme que era una persona muy educada y de fácil sonrisa, lo que también cautiva.

Conocí su pasión por la recopilación y el coleccionismo, reuniendo una amplia colección de objetos, documentos y publicaciones de reconocido valor histórico, parte de los cuales mostró a sus vecinos con exposiciones. Y también conocí su pasión por la Sierra Minera y afán de dar a conocer a los demás lo que él iba descubriendo. Lo hizo con publicaciones de papel y también con la llegada de Internet a través del blog 'Crónicas mineras', de la que este diario pronto colocó un enlace que se mantiene en la columna y que se mantendrá.



Reconozco que fui lector de sus publicaciones, que llevó a cabo entre 2011 y 2015. Ahí recogía sus rutas mineras y otros asuntos de gran interés, como la entrevista a Antonio Martínez Nieto, un unionense que estuvo en la II Guerra Mundial y sufrió los 'malditos' campos de concentración, o el ferrocarril minero Cartagena-La Unión.

En febrero de 2015 agradecía, mediante una publicación, a los seguidores del blog que había llegado a las 170.000 visitas. Entonces había publicado 42 artículos con 3.870 fotografías (pinchar aquí). Medio año más tarde, tras un reportaje sobre el yacimiento de la Sima de Las Palomas de Torre Pacheco, cronicasmineras.bogspot.com quedó inactivo. En los últimos años, cuando coincidiamos iba con el acordeón (lo llevaba que parecía una extensión de su cuerpo), dentro del coro del Hogar de Mayores.

En este mundo, hay personas que pasan de puntillas. Otras sólo son activas en círculos reducidos y los hay quienes van más allá y se implican con sus vecinos. Rogelio Mouzo Pagán se ha ido, pero es de las personas que he conocido en La Unión que me han llegado por su forma de ser y porque es de los que se abren a su entorno y son, realmente, parte de la sociedad.

Ha dejado huella. Que el tiempo no la borre. 

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