Una plaza bien avenida

Durante el 'Cante de las minas' su identificación como plaza de Joaquín Costa cede su protagonismo a la 'Avenida del flamenco', siendo el espacio exterior donde más ambiente de festival se da a diario. Ayer hubo taller de abanicos, la elaboración de un castillete artístico, degustación de vinos de El Bierzo de súbida rápida y el homenaje a Mariano Mascuñán, quien desde 1972 viene cada año a vivir la magia de la mejor cita flamenca del mundo.  



La agenda cultural también incluyó la realización a cargo de la artista jerezana Alhi Prieto, un castillete mostrando parte de la actividad artística que lleva a cabo en la famosas Cuevas del Rodeo de Rojales. A las puertas de la ‘Catedral del Cante’ David López Rodríguez ha impartido un taller dedicado a la decoración de abanicos. En el apartado gastronómico, el estand de El Bierzo ha vuelto a acoger una degustación de vinos de las variedades Mencía y Godello.

“Simplemente, gracias”

Mariano Mascuñán Miñano acude cada verano hasta el municipio de La Unión desde el año 1972, atraído por el embrujo que le produjo el Festival Internacional del Cante de las Minas. Una primera visita que le evoca un grato recuerdo “pues fueses por donde fueses, encontrabas a algún guitarrista, palmero o cantaor”.



Esta atracción hacia el cante y sus tradiciones permanece de manera ininterrumpida desde hace 50 años, motivo por el que la Fundación del Cante de las Minas le ha querido rendir homenaje dentro del marco de la Agenda Cultural, al que han acudido miembros de la Peña Flamenca Salmerón ‘La Uvita’ de Alcorcón para interpretar una pieza musical. “Simplemente, gracias”, intervenía emocionado Mascuñán, con la corrección del presidente de la Fundación, Pedro López, porque “el agradecimiento recae en todo el municipio de La Unión, pues personas como Mariano son las que hacen grande tanto a nuestro Festival como municipio”. El homenaje no podía contar con un mejor cierre, que el protagonizado por el cantaor onubense Pepe Pedrajas junto a la guitarra de José Luis Pastor, quienes aparecieron sobre un improvisado escenario para interpretar una serie de cantes mineros.


 

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