Los científicos desmontan con razones la intención del Estado de sellar la bahía
Once expertos hacen público el estudio elaborado al respecto de Portmán, donde afirman que se está intentado "instalar una falsa oposición entre ciencia y restauración ambiental (...) con afirmaciones infundadas como que la comunidad científica se opone (..)", indican que existen muchos estudios "con conclusiones, incluso contradictorias (..) pero ninguno afirma que el dragado y retirada de estériles supondría una catástrofe ambiental (...)", que el último informe del CEDEX sólo alude a "un riesgo menor" y que sigue siendo válido el objetivo que recogía "el texto del convenio de 2006", con dragado parcial y la recuperación de puerto. Por todo ello, apoyan a los colectivos vecinales y ecologistas sobre lo que el Gobierno de España debe acometer en esta 'deuda histórica'.
En relación al debate abierto sobre la bahía de Portmán a partir de la decisión del Ministerio de optar por el sellado total de la bahía, adjunramos el documento elaborado por un grupo de científicos de nuestra región, en el que piden un proyecto que cuente con el máximo consenso social, político y científico, que incluya un dragado parcial de la bahía, en las mejores condiciones de seguridad, y la recuperación del puerto histórico de Portmán.
Comunicado
SOBRE LA RECUPERACIÓN AMBIENTAL DE LA BAHÍA DE PORTMAN
Ante el debate generado sobre el proyecto para la restauración ambiental de la bahía de Portmán, y con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente, los investigadores, científicos y profesionales abajo firmantes, queremos aportar las siguientes consideraciones:
Entre 1957 y 1990 el lavadero Roberto vertió al mar Mediterráneo más de 58 millones Tm de residuos mineros con elevados niveles de metales pesados (especialmente plomo, zinc, cadmio y arsénico) que no solo enterraron la bahía de Portmán, sino que tapizan los fondos marinos en una gran extensión, calculados en estudios recientes en 8,6 km2. Portmán se convirtió así en uno de los mayores desastres ambientales del Mediterráneo y todo un reto para la restauración ambiental de zonas costeras dañadas por la minería.
Desde que en marzo de 1990 cesaron los vertidos, se han sucedido los estudios científicos del CEDEX, IGME, IEO, y de equipos de diferentes Universidades, así como alternativas diferentes para la recuperación ambiental de la bahía. Esas alternativas oscilaban entre el dragado total de la bahía hasta llegar a la línea de costa de 1957 o el mantenimiento de la línea de costa sellando la totalidad de la bahía sin recuperar ni su playa ni su puerto. En 2005 se llegó a un amplio consenso social, político y también científico, que se tradujo en el convenio firmado en 2006 entre el Ministerio, la CARM y el Ayuntamiento de La Unión, en torno a una alternativa intermedia que suponía: recuperación parcial de la bahía retranqueando la línea de costa 250 m, recuperación del puerto histórico de Portmán, con o sin puerto deportivo, y traslado de los estériles dragados a una antigua corta minera, vinculando así la recuperación de la bahía y la restauración de la Sierra Minera.
El convenio se tradujo en el proyecto que salió a información pública en 2007 y, finalmente, se licitó en 2011, con un presupuesto de 81 millones €, tras un largo proceso que incluyó un concurso de ideas, un proyecto piloto con un amplio trabajo de investigación aplicada, realizado por TRAGSA y la Universidad de Murcia, entre 2007 y 2012, y la declaración de impacto ambiental positiva, de febrero de 2011. Sin embargo, tras las elecciones generales de noviembre de 2011, el nuevo Ministerio paró el proyecto en 2012, e intentó, después, convertir la bahía de Portmán en una nueva explotación minera de la mano de la empresa Aria Internacional, con la intención de dragar toda la bahía para aprovechar el mineral de hierro de los residuos. Tras el fiasco de esa tentativa, el Ministerio volvió a licitar el proyecto en 2016, pero contratándolo con un presupuesto mucho menor (32 millones de €): se llevó a cabo el dragado inicial del primer metro superficial (que generó la laguna actual en los 250 primeros metros); se depositaron esos estériles dragados en la zona posterior de la bahía tras su inertización con filler calizo; se construyeron las balsas para el posterior secado de los estériles dragados, y se construyó un primer tramo de la cinta transportadora que debía llevarlos a la corta minera San José. Las obras se pararon en 2019 por una sentencia de la Audiencia Nacional, y ante los problemas técnicos que aparecieron en su ejecución; el Ministerio contrató una actualización del proyecto a la consultora PROES-Ibermed, para dar solución a todos esos problemas y garantizar un proyecto viable. En 2023 el Ministerio presentó el estudio de alternativas de esta consultora, con una alternativa 3 que incluye un dragado parcial de la bahía de sólo 190 metros, a una profundidad máxima de -2 m, con la recuperación del puerto y un total de 791.000 m3 a excavar y gestionar. Más una alternativa 4 que deja la línea de costa 50 m mar adentro de la actual, sellando la totalidad de la bahía, excepto el puerto, que se mantiene. A partir de ahí el Ministerio encargó un estudio experimental al CEDEX que se ha centrado exclusivamente en dos de las variantes de la alternativa 3 (la 3A y la 3C). Y en base a sus conclusiones, el Ministerio ha propuesto de nuevo una opción de sellado total de la bahía, defendiendo una “intervención mínima”, que retrotrae el proyecto para la recuperación ambiental de la bahía al momento anterior al convenio de 2006.
Actualmente se está intentando instalar una falsa oposición entre ciencia y restauración ambiental de la bahía, con afirmaciones infundadas como que la comunidad científica se opone a cualquier dragado y retirada de los estériles de la bahía de Portmán, o que el dragado es contrario a la protección de la salud de los vecinos y el medio ambiente. También un falso debate contraponiendo los dos extremos, sellado frente a recuperación de parte de la bahía, haciendo referencia a los 60 M Tm vertidas. Todas las alternativas que se barajan incluyen el sellado de la mayor parte de la bahía. Y en ningún caso está en discusión el dragado total de la bahía para recuperar la línea de costa original de 1957, ni mucho menos actuar sobre los residuos mineros que tapizan los fondos marinos. El debate real está entre el sellado total de la bahía, dejando la línea de costa donde está, o un dragado que permita recuperar parcialmente la bahía y su puerto, sellando o inertizando el resto con tecnosoles, como estaba previsto en la Declaración de Impacto Ambiental favorable de 2011.
Hay un gran número de estudios científicos sobre la bahía de Portmán y su entorno con conclusiones muy diferentes, incluso contradictorias, pero en ninguno se hace una evaluación específica de las diferentes alternativas de intervención que permita concluir que el sellado completo de la bahía sea más seguro ambientalmente que un dragado parcial de la misma. Y de ninguno de esos estudios se pueden deducir las conclusiones que se están vertiendo en algunos medios y redes sociales, afirmando que el dragado y la retirada de estériles supondría una nueva catástrofe ambiental o podría provocar incluso una nube tóxica sobre Portmán.
En los últimos años, diversos estudios de equipos de la Universidad de Barcelona han constatado que la contaminación sigue llegando al mar a través de la descarga de aguas subterráneas y el intercambio de aguas intersticiales de la playa, y que hay concentraciones muy altas de metales en los sedimentos cercanos a la costa. Pero, a pesar de ello, también constatan que los fondos de la bahía de Portmán no son un desierto biológico, ya que la abundancia de meiofauna y la biomasa son, en general, similares a los de otras zonas costeras no contaminadas, y hay evidencias de recuperación de los fondos marinos. Del mismo modo, otros estudios han constatado que las condiciones del agua no muestran una calidad alejada a la de los valores de normalidad del agua mediterránea. Tampoco se detecta la presencia de metales pesados en el agua, lo que significa que se encuentran inmovilizados en el sedimento, y no representan un grave problema ambiental porque no están biodisponibles, como ya constataron los resultados de los informes del Proyecto Piloto de Portmán, ya que lo importante en el riesgo no es la cantidad total de metales/oides presentes en el sedimento, sino la biodisponibilidad de los mismos, que causaría su toxicidad.
Algunos de esos estudios han advertido del riesgo ambiental que supondría la removilización de los estériles por el dragado de la bahía, pero sin utilizar barreras de contención y sellar herméticamente el frente marítimo. Precisamente ese fue uno de los problemas que se advirtieron en la realización del proyecto en ejecución hasta 2019 y que obligaron a elaborar un nuevo proyecto. Y por ello, el dragado que se plantea actualmente es con un sistema de doble tablestacado y con maquinaria terrestre que “evita la contaminación del agua durante el dragado”, como afirma el propio CEDEX en su informe. Además, hay que recordar que durante las obras que se ejecutaron entre 2017 y 2019 ya hubo un primer dragado de los primeros 250 m desde la costa, del primer metro superficial, responsable del suministro de contaminantes tanto en superficie como hacia las capas inferiores, (lo que se verificó en el Proyecto Piloto), sin que haya supuesto ningún impacto ambiental significativo, como han evidenciado las analíticas periódicas realizadas.
El CEDEX realizó diversas evaluaciones de las alternativas de intervención entre 1995 y 2006, a partir de las cuales presentó como viable la alternativa en la que se basó el proyecto de 2011; y ahora, por el contrario, tras los ensayos experimentales realizados sobre las alternativas 3A y 3C concluye que esas alternativas no son recomendables, a pesar de que el dragado propuesto es menor que el del proyecto de 2011.
El CEDEX sólo advierte del riesgo de que el material sumergido en el mar más allá de la cota -2, vuelva a ser puesto en suspensión por el oleaje, llegando hasta la nueva playa y “contaminándola”. Pero esto es un riesgo menor, por la baja biodisponibilidad y solubilidad de metales presentes en esos residuos mineros sumergidos, y porque hay sistemas para evitar que lleguen de nuevo a la orilla, empezando por el dique de abrigo desde el Cabezo de la Galera necesario para dar estabilidad al puerto y a la playa, o por las escolleras que sean adecuadas, que necesariamente deben tener un efecto de protección del interior de la bahía dragada, y que no han sido tenidos en cuenta por el CEDEX; o, como indica el CEDEX, trabajar hasta alcanzar el perfil de cierre de la playa, más estable frente a oleaje y corrientes. Lo que supondría una mayor inversión financiera, pero daría más estabilidad a la obra, sobre todo en un escenario de cambio climático, y crearía más posibilidades de empleo.
No es admisible dejar la bahía como está, puesto que la contaminación sigue llegando al mar y su estado sí que puede representar un riesgo para la salud de los vecinos. Por ello, el propio CEDEX descarta la alternativa 0. Pero ninguna actuación carece de riesgos ambientales, incluida la del sellado total propuesta por el Ministerio, que ni siquiera ha sido evaluada por el CEDEX. Además de la complejidad de un sellado total de una superficie de 66 ha abierta al mar, y que recoge las aguas de las ramblas que desembocan en ella y los aportes por las escorrentías subsuperficiales; esta opción choca con la imposibilidad de asegurar la estabilidad de la playa en la línea de costa actual, y de mantener un puerto en el actual embarcadero junto a El Lastre. Además, sea cual sea la alternativa elegida la contaminación seguirá llegando a la bahía y al mar mientas no se actúe en cabecera, en la restauración ambiental de la Sierra Minera y de las ramblas y escorrentías que vierten a la bahía de Portmán.
Pensamos que sigue siendo válido el objetivo que recogía el texto del convenio de 2006: “realizar sobre la Bahía de Portmán una actuación satisfactoria desde el punto de vista ambiental, pero que tome en consideración otras perspectivas que, respetando la variable ambiental, permitan aprovechar los usos alternativos que la Bahía puede ofrecer, sirviendo más eficazmente al ideal del desarrollo sostenible”. Y estamos seguros de que es posible buscar las soluciones técnicas para que el nuevo proyecto de restauración reduzca las afecciones al medio ambiente y a la salud que actualmente se producen y, además, tenga, otra vez, el máximo consenso social, político y científico, porque sólo así podrá salir adelante. Para ello debe incluir un dragado parcial de la bahía, en las mejores condiciones de seguridad, y la recuperación del puerto histórico de Portmán. Además, animamos a buscar soluciones para la gestión de los materiales dragados, que permitan su reutilización en la construcción de las infraestructuras de abrigo del puerto y la playa o en el sellado de balsas de estériles contiguas, de modo que se reduzca el volumen a trasladar a la corta minera que se valore como más adecuada.
Por ello, apoyamos la reclamaciones de los colectivos vecinales y ecologistas de una
“solución justa y equilibrada para Portmán, que minimice los riesgos ambientales de los estériles mineros de la bahía, pero que también haga justicia social y permita recuperar los usos históricos de su playa y su puerto, recuperando parcialmente su bahía”. Sólo así podremos seguir hablando de “bahía” y de Portmán (Portus magnus).
A 5 de junio de 2025
María José Martínez Sánchez. Profesora Emérita, Catedrática de Edafología y Química Agrícola, Grupo de Investigación Contaminación de suelos de la Universidad de Murcia. Investigadora Principal de la Investigación Aplicada para el Proyecto Piloto de Portman y apoyo a la DIA, 2007-2012.
Carmen Pérez Sirvent. Profesora Emérita, Catedrática de Cristalografía y Mineralogía, Grupo de Investigación Contaminación de suelos de la Universidad de Murcia. Investigadora Principal de la Investigación Aplicada para la realización del Proyecto Piloto de Portman y apoyo a la DIA, 2007-2012.
Miguel Ángel Esteve Selma. Catedrático de Ecología. Universidad de Murcia. Miembro por la UMU en la Comisión Técnica de Seguimiento del proyecto de regeneración de la bahía de Portmán.
Arnaldo Aitor Marín Atucha. Profesor Titular de Ecología. Departamento de Ecología e Hidrología. Universidad de Murcia.
José A. García Charton. Profesor titular de Ecología de la Universidad de Murcia.
José Ignacio Manteca Martínez. Dr. en Ciencias Geológicas. Profesor honorífico Departamento de Ingeniería Minera, Geológica y Cartográfica. Universidad Politécnica de Cartagena.
Ángel Faz Cano. Catedratico de Edafologia y Quimica Agricola. Resp. de Grupo de I+D+i Gestión, Aprovechamiento y Recuperacion de Suelos y Aguas, UPCTUniversidad Politécnica de Cartagena.
José Antonio Navarro Cano. Doctor en biología. Científico titular del INIA-CSIC.
Cristian Muñoz Maluenda. Escuela Internacional de Doctorado. Programa de Biodiversidad y Gestión Ambiental. Universidad de Murcia
Pedro Baños Páez. Dr. en Sociología. Ingeniero Técnico Industrial. Diplomado en Ingeniería Ambiental. Grupo de Investigación "Reestructuración Territorial y Desigualdad Social" (ReTyDeS) Universidad de Murcia.
Andrés Pedreño Cánovas. Profesor Titular de Sociología de la Universidad de Murcia.
🖌️ Texto en el que se respeta íntegramente contenido, redacción y ortografía, salvo en el titular y en la entradilla del artículo
Concentración en Portman en el 20 aniversario de la movilización contra el sellado de la bahía
Y con motivo del 20 aniversario de la movilización contra el sellado de la bahía que se realizó en Portmán en junio de 2005, los colectivos vecinales de Portmán y La Unión, apoyados por la Federación de Asolaciones de Vecinos de Cartagena y Comarca, ANSE, Ecologistas en Accion y Fundacion Sierra Minera, para el día 15 de junio convocan una concentración y cadena humana en Portmán, para reivindicar una solución consensuada, que sea “justa y equilibrada para Portmán, que minimice los riesgos ambientales de los estériles mineros de la bahía, pero que también haga justicia social y permita recuperar los usos históricos de su playa y su puerto, recuperando parcialmente su bahía".