Bahía de Portman

                                   

El corrillo del esparto

Quince personas se han introducido o han progresado en el taller artesanal de elaboración con estas fibras obtenidas de plantas silvestres que ha tenido lugar en el local social de El Garbanzal y que ha estado dirigido a todo el municipio. 



La asociación Arteando, con María Isabel Pérez, ha dirigido el curso municipal que se ha desarrollado durante seis jornadas de octubre y noviembre, en horario matinal, en el centro social de las asociaciones de vecinos y de amas de casa de la villa del norte de la ciudad de La Unión, que ha tenido financiación europea, estatal y autonómica dentro del proyecto piloto de innovación en la atención a personas mayores 'Conectando vidas', siendo Servicios Sociales de La Unión la que se ha encargado de coordinarlo y de sacar el concurso público al que concurrieron tres entidades, siendo la antes mentada a la que fue adjudicada. 


En total han sido 18 horas que han dejado un gran poso en los que han participado, tanto en los que se estrenaban en la elaboración de productos con el esparto como los que ya tenían alguna noción al haber participado en los talleres que han tenido lugar en El Garbanzal organizados por sus dos asociaciones.


En la charla que esta redacción mantuvo con estas nuevas personas esparteras en la jornada de clausura, todo eran piropos para el curso. Para unos se convierte "en un vicio" y para otros, en "una terapia", además de que hay coincidencia general de que "relaja" y que "socializa, pues se potencian mucho las tertulias mientras las manos y la vista están trabajando. "Es como los corrillos de antaño en las puertas de las casas, es el corrillo del esparto", remarca María Isabel Pérez. 


"Nos tiene activas la mente y las manos, además de romper rutinas y crear con productos cien por cien sostenibles", apunta Juana María Arjona Angosto, presidenta de la Asociación de Vecinos de El Garbanzal, quien se apuntó al igual que Rosa García Giménez, su homónima en la Asociación de Amas de Casa de la villa. 


Recuperar esta tradición está muy presente en 'Arteando', "pues teniendo tanto esparto en nuestros campos, no se tendría que haber perdido", proclama María Isabel, quien también hace hincapié en que lo que se crea "no son chismes inútiles, sino objetos que sirven para regalos, para lucir en casa, para adornos navideños y hasta para vender en mercadillos artesanales", añade. 


El deseo de los participantes es prolongar esta actividad, ya sea a nivel particular o de grupo como en nuevos cursos de formación. Es más, el propósito ahora es elaborar productos con esparto cogido por ellos, informando Rosa García que ya tienen la autorización de la consejería de Medio Ambiente para efectuar salidas al campo con ese propósito, con fecha tope del 28 de febrero. 


Unas quince personas han participado en este taller de iniciación al esparto de carácter municipal y que en el tiempo ha coincidido con otro que también 'Arteando' ha dirigido en el Centro de Día de La Unión.  

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